
La tradicional hospitalidad de los brasileños, combinada con la arquitectura de las épocas en que el país fue construido (Dividido en tres épocas: Brasil Colonial (1500-1822), Brasil Imperial (1822-1889) y Brasil Republicano (desde 1889) compone los ingredientes que hacen Brasil uno de los más atrayentes para el turismo. Este país vecino presenta innumerables alternativas para el turismo participativo, en el cual los viajeros –y exploradores-, más que contemplar pasivamente la naturaleza, realizan viajes que pueden combinar ocio, deporte, aventura, cultura, estudio y trabajo, comprendiendo los más diversos intereses y actividades, como caminatas, cruceros, montañismo, observación de la flora y de la fauna, fotografía y pesca deportiva.
Pocos países ofrecen tanta cantidad, calidad y variedad de opciones turísticas como el Brasil. Dividido en cinco regiones geográficas – Norte, Nordeste, Centro-Oeste, Sur y Sudeste, el país ofrece en cada una opciones turísticas muy diferenciadas. Aunque todas tengan una marca en común, que es la belleza natural del país, en cada una hay una característica que hace que descubrir el Brasil sea una aventura que recorre desde ríos, valles y montañas de rara belleza hasta un pasado colonial y una historia que se inicia en el siglo XVI.
El Norte del Brasil y la Selva Amazónica
Visitar el norte del Brasil, significa conocer la Amazonia, sus ríos y su selva. Esa región ofrece paseos, pesca y alojamiento en el medio de la selva, pero también conocer ciudades que florecieron en el inicio del siglo XX, con la economía del caucho, como Manaos, en el Estado de Amazonas. Significa, la posibilidad de conocer una región la Sierra de Capibara, en Pará, con pinturas rupestres que son reliquias de millones de años.
El Nordeste y sus playas
En cuanto al nordeste, lo que habla más fuerte son las playas, donde el sol brilla el año enteroy el mardonde el buceo es un atractivo aparte. El nordeste abriga una de las más antiguas ciudades del Brasil, Salvador, en el Estado de Bahia, fundada por colonizadores portugueses en 1549 y primera sede del gobierno brasileño y São Luís, en Maranhão, con la fuerte influencia dejada por los portugueses, principalmente en la arquitectura, donde se destacan los azulejos en muchos de los edificios.
El Centro-Oeste: arquitectura y naturaleza
En el centro-oeste está localizada la Ciudad de Brasilia, capital del Brasil. Brasilia fue inaugurada en 1960 y es, desde el punto de vista urbanístico, una de las ciudades planeadas más importantes del mundo. Pero visitar el centro-oeste también significa visitar una región de contrastes: lo viejo – lugar hacia donde se dirigieron los bandeirantes, en el siglo XVII, en busca de tierras fértiles y de oro y lo nuevo – el gran impulso económico y demográfico de la región sólo vino con la implantación de la nueva capital, a partir de mediados del siglo XX. En estas zonas existe una fauna y flora exuberantes en las crecidas y bajadas del Pantanal y de los ríos que nacen en la Mato Grosso, dando origen o alimentando algunas de las mayores cuencas hidrográficas del continente.
El Sudeste: negocios, diversión, cultura e historia
La principal marca del sudeste es el esplendor de la ciudad de Rio de Janeiro y la vida cultural y económica de las capitales. La región sudeste conforma el centro financiero de país y su parte más industrializada, responsable por algunas de las mayores concentraciones urbanas del planeta. La Ciudad de São Paulo, por ejemplo, posee más de 9 millones de habitantes y, al igual que Rio de Janeiro, ofrece al turista enormes posibilidades en términos de infraestructura hotelera, negocios, placer y cultura. En el sudeste también se encuentran las ciudades mineras en el estado de Minas Gerais, con el trazado urbano típico del pasado colonial brasileño
El Sur del Brasil: playas, montañas, cataratas e inmigración europea
La región sur del Brasil, más conocida por los argentinos, ofrece, al lado de algunas de las playas más bonitas del Brasil, una paisaje montañoso, que atrajo a muchos de los inmigrantes europeos que se establecieron en el país entre mediados del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Con una fuerte influencia alemana e italiana, la región guarda costumbres de la tierra natal de los que adoptó y ofrece, en su arquitectura, en la cocina, en las fiestas, algunos de los lazos culturales que la une a las ciudades de origen de sus habitantes. Además de eso, es en el sur donde se encuentra una de las caídas de agua más exuberantes del planeta: las Cataratas del Iguazú .
Nota realizada por Mara Rodriguez para "Turismo a la carta".
Pocos países ofrecen tanta cantidad, calidad y variedad de opciones turísticas como el Brasil. Dividido en cinco regiones geográficas – Norte, Nordeste, Centro-Oeste, Sur y Sudeste, el país ofrece en cada una opciones turísticas muy diferenciadas. Aunque todas tengan una marca en común, que es la belleza natural del país, en cada una hay una característica que hace que descubrir el Brasil sea una aventura que recorre desde ríos, valles y montañas de rara belleza hasta un pasado colonial y una historia que se inicia en el siglo XVI.
El Norte del Brasil y la Selva Amazónica
Visitar el norte del Brasil, significa conocer la Amazonia, sus ríos y su selva. Esa región ofrece paseos, pesca y alojamiento en el medio de la selva, pero también conocer ciudades que florecieron en el inicio del siglo XX, con la economía del caucho, como Manaos, en el Estado de Amazonas. Significa, la posibilidad de conocer una región la Sierra de Capibara, en Pará, con pinturas rupestres que son reliquias de millones de años.
El Nordeste y sus playas
En cuanto al nordeste, lo que habla más fuerte son las playas, donde el sol brilla el año enteroy el mardonde el buceo es un atractivo aparte. El nordeste abriga una de las más antiguas ciudades del Brasil, Salvador, en el Estado de Bahia, fundada por colonizadores portugueses en 1549 y primera sede del gobierno brasileño y São Luís, en Maranhão, con la fuerte influencia dejada por los portugueses, principalmente en la arquitectura, donde se destacan los azulejos en muchos de los edificios.
El Centro-Oeste: arquitectura y naturaleza
En el centro-oeste está localizada la Ciudad de Brasilia, capital del Brasil. Brasilia fue inaugurada en 1960 y es, desde el punto de vista urbanístico, una de las ciudades planeadas más importantes del mundo. Pero visitar el centro-oeste también significa visitar una región de contrastes: lo viejo – lugar hacia donde se dirigieron los bandeirantes, en el siglo XVII, en busca de tierras fértiles y de oro y lo nuevo – el gran impulso económico y demográfico de la región sólo vino con la implantación de la nueva capital, a partir de mediados del siglo XX. En estas zonas existe una fauna y flora exuberantes en las crecidas y bajadas del Pantanal y de los ríos que nacen en la Mato Grosso, dando origen o alimentando algunas de las mayores cuencas hidrográficas del continente.
El Sudeste: negocios, diversión, cultura e historia
La principal marca del sudeste es el esplendor de la ciudad de Rio de Janeiro y la vida cultural y económica de las capitales. La región sudeste conforma el centro financiero de país y su parte más industrializada, responsable por algunas de las mayores concentraciones urbanas del planeta. La Ciudad de São Paulo, por ejemplo, posee más de 9 millones de habitantes y, al igual que Rio de Janeiro, ofrece al turista enormes posibilidades en términos de infraestructura hotelera, negocios, placer y cultura. En el sudeste también se encuentran las ciudades mineras en el estado de Minas Gerais, con el trazado urbano típico del pasado colonial brasileño
El Sur del Brasil: playas, montañas, cataratas e inmigración europea
La región sur del Brasil, más conocida por los argentinos, ofrece, al lado de algunas de las playas más bonitas del Brasil, una paisaje montañoso, que atrajo a muchos de los inmigrantes europeos que se establecieron en el país entre mediados del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Con una fuerte influencia alemana e italiana, la región guarda costumbres de la tierra natal de los que adoptó y ofrece, en su arquitectura, en la cocina, en las fiestas, algunos de los lazos culturales que la une a las ciudades de origen de sus habitantes. Además de eso, es en el sur donde se encuentra una de las caídas de agua más exuberantes del planeta: las Cataratas del Iguazú .
Nota realizada por Mara Rodriguez para "Turismo a la carta".
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